Qué ver en Egipto

31/01/2022
Posted in El Cairo
  • by Paloma Sánchez
31/01/2022 Paloma Sánchez

Qué ver en Egipto

13 min. de lectura

Si te estás planteando viajar a Egipto, has llegado al lugar correcto. En este post te enseñaremos qué ver en Egipto para que disfrutes de todo lo que este país tiene que ofrecer.

Una de las mejores maneras de conocer este increíble país es hacer un tour de Egipto al completo.

Egipto es famoso por ser la cuna de una de las civilizaciones más enigmáticas de la historia: la civilización egipcia. Este país alberga historias de faraones, tumbas, pirámides y templos a deidades de otros tiempos que no te dejarán indiferente. Es un destino que ofrece multitud de experiencias.

Para los más activos, el desierto que rodea el valle del río Nilo, es ideal para actividades de aventura como rutas en quad, camellos o caballos, mientras que para los enamorados de la historia, las ciudades de El Cairo, Luxor y Abu Simbel serán el destino perfecto para aprender más sobre la fascinante historia de Egipto.

No nos olvidemos de los amantes de los paisajes idílicos y las playas, Egipto tiene acceso al Mar Rojo, considerado como el mar más cálido. Aguas cristalinas donde hacer snorkel y disfrutar de los arrecifes de coral.

El Cairo

Es la capital de Egipto y cuenta con una de las estampas más famosas del país: las pirámides de Guiza. La mayoría de los turistas cuya intención es descubrir Egipto empiezan su itinerario de viaje aquí.

Sin duda, El Cairo es una de las atracciones principales que ver en Egipto.

El Cairo es una ciudad de contrastes, un viaje al pasado. Encontrarás una mezcla de culturas que hace de la ciudad una fuente de arte y conocimiento muy interesante.

La ciudad consta de varios museos donde apreciar reliquias del imperio del Antiguo Egipto. Destacamos: Museo Egipcio, Gran Museo Egipcio y el Museo Nacional, que alberga la mayor colección de momias del país.

La Gran Esfinge de Guiza frente a la pirámide del faraón Kefrén

Desde la influencia musulmana en la ciudadela de Saladino con mezquitas tan impresionantes como la mezquita de Alabastro, hasta la judía con la sinagoga de Ben Ezra en el casco antiguo o el palpable cristianismo del barrio copto y sus iglesias, antiguo barrio de los egipcios cristianos y donde se dice, se cobijó la Sagrada Familia.

En El Cairo encontrarás de todo, y, hablando de encontrar de todo, en el mercado de Khan el Khalili te toparás con artilugios de todo tipo hechos a mano por los artesanos. Este bazar es una maravilla que se encuentra en pleno centro histórico de la capital egipcia. Es el más antiguo del mundo datando su origen del año 1382.

Las pirámides junto con la Gran Esfinge y el Templo del Valle se encuentran en la meseta de Guiza, a unos 25km de El Cairo. En el recinto de la necrópolis podrás disfrutar de la última maravilla del mundo antiguo que aún sigue en pie: la pirámide de Keops.

Las tres pirámides (Keops, Kefrén y Micerinos) se pueden visitar por dentro. El horario de entrada y cierre del recinto es de 8am a 16pm.

Os dejamos más información en los posts: Visitar las pirámides y la Gran Esfinge de Guiza y Cómo llegar de El Cairo a las pirámides de Guiza.

Excursión a Menfis, Saqqara y Dashur

Declarado como Patrimonio de la Humanidad, el conjunto de Menfis y las necrópolis de Guiza, Saqqara y Dashur son una excursión que se suele realizar desde El Cairo. Se encuentran a menos de 2h de la capital y nos alumbran datos sobre el origen de las pirámides.

Menfis fue la ciudad fundada por Menes, primer faraón egipcio y fundador de la I dinastía. Fue designada como capital del Alto y Bajo Egipto.

En tu recorrido por el recinto de la antigua ciudad encontrarás estatuas colosales del famoso faraón Ramsés II, así como una esfinge de alabastro y otros restos arqueológicos de importancia.

En las necrópolis reales de Saqqara y Dashur, a escasos kilómetros de Menfis, encontrarás los primeros vestigios del arte de las pirámides. La Pirámide Escalonada de Zoser considerada como el primer intento, derivó en la Pirámide Acodada y por último en la Pirámide Roja, la primera pirámide de lados lisos del mundo.

Pirámide Escalonada de Zoser, la primera pirámide.

Si quieres conocer mejor la historia de las pirámides te dejamos el enlace de la excursión a las pirámides de Saqqara y Dashur.

Alejandría

La ciudad portuaria de Alejandría era y es el nexo de unión con el resto del mundo. Junto con el canal de Suez es un punto clave para la economía del país y gran centro de actividad mercantil.

En la antigüedad, presumido sobre un saliente de tierra, se alzaba el gran Faro de Alejandría, considerado como una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Tras sobrevivir a varios terremotos la estructura del faro quedó muy dañada y no pudo sobrevivir al último temblor.

Hoy en día donde estuvo la luz de entrada a Egipto, se encuentra la ciudadela de Quaitbay, una fortaleza construida para defenderse del Imperio Otomano.

Vista de la ciudadela de Qaitbay en Alejandría.

Las catacumbas de Kom el Shogafa son una increíble fusión del arte grecorromano y egipcio. Una experiencia única en un edificio subterráneo de 3 plantas donde se aprecia vivamente la mezcla de las dos culturas tras sucesivas dominaciones culturales.

La biblioteca de Alejandría

Una razón para visitar Alejandría es su famosa biblioteca. Desgraciadamente no estamos hablando de los restos de la antigua biblioteca de Alejandría, ya que ésta ardió hasta los cimientos y hoy en día solo sabemos por los escritos cuán grande era y la cantidad de conocimiento escrito que la humanidad perdió el fatídico día en que desapareció.

Con la ayuda de la Unesco, en 2002 se abrió la Nueva Biblioteca de Alejandría. El proyecto, apoyado por países del mundo entero, es un intento de conmemorar el sentido de unión que transmitía la biblioteca original. Volúmenes antiguos de todos los lugares del mundo han sido donados por sus respectivos países para reconstruir ese summum de sabiduría global.

No te pierdas la historia de Alejandría de la mano de guías expertos, encuentra la mejor excursión a Alejandría desde El Cairo con Kolaboo.

Lúxor

Construida sobre las ruinas de la ciudad de Tebas, Lúxor era la capital del Imperio Nuevo del Antiguo Egipto. Su nombre fue dado por los árabes cuando conquistaron Egipto y significa «lujo», dada la cantidad de templos y palacios que encontraron a su paso por la ciudad.

Es una de las paradas principales en la lista de qué ver en Egipto.

El paraíso de toda persona que quiera experimentar la magnitud y grandiosidad del Imperio Egipcio. Esta ciudad alberga uno de los yacimientos arqueológicos más grandes del mundo y el mayor número de monumentos del país.

Templo de Luxor

Considerado como uno de los lugares de culto más antiguos del mundo, en él se han realizado prácticas religiosas durante más de 3.500 años. Construido inicialmente por Amenhotep III y Ramsés II, está dedicado al dios Amón-Ra (Llegó a ser el dios de dioses, el más venerado en Egipto) y ha sufrido diversas ampliaciones y remodelaciones con el paso del tiempo.

Es el templo mejor conservado de Egipto y la expresión en todo su esplendor de la civilización faraónica. Su entrada, custodiada por dos colosos sedentes que representan al faraón Ramsés II, da paso al mundo de los dioses.

Interior del Templo de Luxor.

No podrás dejar de admirar sus patios repletos de columnas con jeroglíficos que cuentan historias de batallas y festejos.

Uno de los dos obeliscos de la entrada fue regalado a Francia y hoy se puede admirar en la Plaza de la Concordia.

Templo de Karnak

Es el templo más grande de Egipto y el que tuvo más importancia dentro de la religión del Nuevo Imperio.

Al igual que el Templo de Luxor, está dedicado al dios Amón-Ra.

Cuenta con una colección impresionante de columnas, jeroglíficos, estatuas y pilonos con escenas de victoria que son una representación clara de la historia de Egipto desde la dinastía XI hasta el periodo romano.

Una avenida de 2,7 km custodiada por una pasarela de estatuas de esfinges une los templos de Karnak y Luxor. Las esfinges tienen la cabeza de un carnero debido a que este animal era uno con los que el dios Amón se identificaba.

Templo de Karnak. Interior de sala con columnas.

El motivo de la pasarela era puramente religioso, por esa avenida se celebraban las procesiones en épocas de festivales, y las divinidades de un templo visitaban a las del otro.

Dentro de este impresionante templo encontramos incluso un lago sagrado donde se celebraban diferentes rituales y los sacerdotes hacían sus abluciones. En la sala hipóstila, la zona más íntima del templo, era donde se coronaba a los reyes de Tebas.

El Valle de los Reyes

Fue la necrópolis de la mayoría de los faraones del Imperio Nuevo. En este valle yacen más de 60 tumbas de faraones en su descanso eterno junto a los dioses.

La entrada incluye la visita a tres tumbas de tu elección, aunque la de Tutankamón se paga a parte, las que creemos merecen mucho la pena son las tumbas de Ramsés I, Ramsés III, Ramsés VI, Ramsés IX , Merempath, Tutmosis III, Amenofis II y la de Horemheb.

Templo de Hatshepsut

Cerca del Valle de los Reyes, en el complejo de Deir el Bahari, se encuentra el templo funerario de la reina-faraón Hatshepsut. El templo está dedicado al dios Amón-Ra, Hathor y Anubis. Consta de tres terrazas unidas por una rampa que en la antigüedad, se encontraba rodeada por un exótico jardín. El resto del templo se encuentra escarbado en la montaña que le da nombre al complejo.

En el solsticio de invierno, una sala que actúa como eje del templo, es iluminada por los rayos del sol. Este fenómeno es común en otros templos egipcios como, por ejemplo, el anteriormente citado Templo de Karnak.

Algunas de sus salas, como la dedicada a Anubis, aún conservan los colores originales de las escenas pintadas en las paredes. En las salas hipóstilas dedicadas a la diosa Hathor, los capiteles de las columnas poseen la cabeza de la diosa, dándoles el nombre de columnas hathóricas.

Templo de Haphetsut vista frontal.

Edfu

La ciudad de Edfu, al sur de Luxor, fue la elegida para erigir este templo dedicado al dios Horus, dios de la realeza en el cielo, así como también de la caza y de la guerra. Se dice que en Edfu fue donde se libró la batalla entre Horus y Seth.

Templo de Horus

El templo de Horus es uno de los mejores conservados de Egipto ya que pasó varios siglos enterrado bajo más de 12 metros de arena.

Paseando por su interior podrás admirar los vivos colores originales de los techos y algunas columnas. La gran estatua del dios, representada como un halcón, guarda una de las entradas.

Su estructura sigue el patrón de las construcciones de templos de la época. Cuenta con pilonos (paredes) que lo rodean y dan paso a un patio, dos salas hipóstilas, una cámara de ofrendas, una sala central y el santuario. Como era típico en este tipo de construcciones, se quería jugar con la luz para darle más solemnidad y recogimiento al templo, por lo que cuanto más nos adentramos en él, dispondremos de menos luz. La última sala, el santuario solo se ilumina a través del eje del templo.

Asuán

Considerada como la cantera de Egipto, desde esta ciudad se transportaron la mayoría de las piedras que construyeron desde templos repartidos por las orillas del Nilo hasta los colosos o las famosas pirámides de Guiza.

Tenía una gran importancia comercial y era una gran fuente de ingresos, ya que imponía peajes a los navíos que llegaban del sur.

Es destacable mencionar la gran presa de Asuán, que en realidad son dos presas, una en la parte alta y otra en la parte baja. Su construcción derivó en un rescate por parte de la UNESCO de los monumentos que iban a quedar sumergidos (Templo de Ramsés II), trasladándolos a otras localizaciones y donando algunos de ellos a los países que contribuyeron en el rescate (Templo de Debod en Madrid).

Templo de Kom Ombo

Se encuentra a unos 40 km al norte de Asuán y fue construido durante la época ptolomaica. Está dedicado al dios Sobek, un dios representado con cabeza de cocodrilo, y al dios anciano Horus.

Su construcción es una simetría única en su estilo. Dos templos iguales alineados en posición longitudinal. El templo era conocido como «La casa del cocodrilo» y en una de sus salas se pueden observar varias momias de cocodrilos. Los relieves de las paredes son simplemente espectaculares.

Templo de Kom Ombo. Jeroglíficos con la pintura original en las columnas del templo.

Templo de Philae

Este templo tiene una localización única, originariamente se encontraba en la isla de Filae. Con motivo de la construcción de la presa de Asuán, fue trasladado y reconstruido piedra a piedra a una pequeña isla cerca de ésta. Solo se puede llegar en barco y eso es algo que le aporta un encanto particular.

Está considerado como el templo más bello de todo Egipto y no es para menos, ya que se encuentra en un estado impecable.

Dedicado a la diosa Isis, se cuenta que ésta, cuando su marido Osiris fue asesinado y descuartizado por su hermano Seth, reunió las partes del cuerpo de su marido y lo revivió en la isla de Filae.

Vista del Templo Filae, dedicado a la diosa Isis.

Templos de Abu Simbel

Abu Simbel es un recinto arqueológico de gran importancia para el estudio de la civilización egipcia. Tubo que ser trasladado debido a la presa de Asuán para que los templos que lo forman no quedaran sumergidos.

En el complejo destacan los templos de Ramsés II y su primera esposa Nefertari, escarbados en la roca y mandados a construir por el mismo Ramsés II con el propósito de vanagloriar su victoria en las batallas y afianzar la religión egipcia.

Templo de Ramsés II

Su entrada la custodian cuatro estatuas del faraón de 20 metros de altura y es uno de los símbolos de Egipto. Cada coloso está acompañado por figuras pequeñas que representan a los familiares directos del faraón.

Dentro del templo encontrarás salas con columnas de colosos del dios Osiris con la cara de Ramsés II y pinturas de vivos colores representando a otros dioses. Tanto en su interior como en el interior del templo de Nefertari, las pinturas se conservan a la perfección.

El templo está construido de tal manera que los días 21 de Octubre y 21 de Febrero el sol llega a iluminar el santuario donde se encuentran las cuatro estatuas de los dioses junto al faraón.

Entrada al templo de Ramsés II con los cuatro colosos sedentes.

 

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