Tour de la Cerveza en Munich

Hay muchas y muy famosas, pero si tenemos que quedarnos con una quizá sea la Hofbräuhaus, que cuenta con tres plantas y con capacidad para más de 2.000 personas. Se trata de una de las cervecerías con más historia, punto de reunión de políticos, escenario de la proclamación de la "República Soviética de Múnich", o de la primera manifestación del partido Nazi. Tiene música en vivo y visitarla proporciona, sin duda, una auténtica experiencia bávara.

Otras opciones serían la Paulaner Bräuhaus o la Agustiner-Brau, y por supuesto también los famosos Biergartens que se encuentran por la ciudad.

La duración de estos tours suele ser de 3-4 horas. Además, la mayoría empiezan por la tarde, por lo que tendrás la mañana libre para seguir explorando Múnich y sus alrededores.

Si te gusta la cerveza, saber cómo se hace, los diferentes tipos que existen, etc; desde luego que sí merece la pena. Sin embargo, si prefieres únicamente beber cerveza, entonces te recomendamos optar por tours no explicativos o bien por otras opciones que no incluyan toda la explicación sobre la elaboración y las visitas a las cervecerías.

En 1516, se redactó la ley de pureza de la cerveza (Reinheitsgebot) por la cual solo se podía hacer cerveza con tres ingredientes: agua, cebada y lúpulo. Aunque con el paso de los años esta ley se ha flexibilizado, el respeto de esta receta es lo que da ese sabor tan característico a las cervezas de Múnich.

En muchos tours sí se permite la participación de menores de 18 años. La edad para beber cerveza en Alemania es de 16 años, por lo que si eres menor de esa edad, lamentándolo mucho no podrá disfrutar de la cerveza, solo de la visita guiada.

Al no poder dar cerveza a los menores, al iniciar la ruta, el guía pedirá un documento oficial para acreditar la edad de los participantes.

Salvo días especiales como Navidad y Año Nuevo, este tour está disponible durante todo el año. Sin embargo, la mayoría de tours se suspenden durante el Oktoberfest debido a la gran cantidad de turistas que llegan a la ciudad y que hace imposible una visita guiada por las cervecerías.