Tour a la Alhambra desde Málaga

Desde Málaga tardarás una hora y media en llegar a Granada. Esta ciudad fue el último bastión de Al-Ándalus en la Península, hasta que entraron los castellanos en 1492. Esta es la razón por la que en cada rincón hay una muestra de arte islámico.

La Alhambra es la antigua vivienda del emir y su corte. Es una pequeña ciudad formada por palacios nazaríes y jardines rodeados por una muralla que la protegía de los ataques enemigos. Tras la entrada de los Reyes Católicos en Granada se rehabilitó y se añadieron edificios y templos cristianos. Con los años llegó a ser el palacio de Carlos V, en el siglo XVI. Hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Son característicos sus muros rojizos, que coronan la ciudad desde lo alto de la colina al-Sabika. Su color destaca con las cumbres blancas de Sierra Nevada, que se puede ver en el horizonte. Desde aquí tendrás una perspectiva única de la ciudad desde las alturas.

Su interior está lleno de rincones únicos que merece la pena contemplar. Por ejemplo, el Patio de los Leones, que está en el Palacio de los Leones. En el centro de este antiguo rincón de descanso hay una fuente que está rodeada por 12 leones. Algunos expertos aseguran que no se construyeron para este lugar, sino que es una obra judía del siglo XI, y cada león representa una de las 12 tribus de Israel. En cualquier caso, su belleza es conocida en todo el mundo.

Desde la Alhambra puedes llegar a los Jardines del Generalife. Antes el emir tenía un camino exclusivo, pero hoy hay dos accesos rehabilitados para los turistas. Esta villa nazarí sirvió como lugar de descanso a los monarcas de la ciudad. Está pegada a la ciudad-palacio, así que casi se podría considerar parte de ella. Desde luego, la visita merece mucho la pena.

Granada tiene cientos de lugares para descubrir. Cuando acabes con la Alhambra te recomendamos que bajes a la ciudad y te pierdas por sus calles.