Mezquita de Alabastro

La mezquita de Muhammad-Ali, conocida también como Mezquita de Alabastro por la utilización de este material parecido al mármol blanco en su construcción, es uno de los símbolos de la capital egipcia de El Cairo.

Muhammad-Alí mandó levantar la mezquita en honor a su hijo caído en batalla. Para la construcción de semejante obra de arte se mandó llamar a un famoso arquitecto griego quien se inspiró en la Mezquita Azul de Turquía. Su construcción comenzó en 1830 y finalizó 1857.

Admirable tanto por fuera como por dentro, esta mezquita de estilo otomano es la joya de la ciudadela y una de las mezquitas más visitadas en el mundo árabe. Cuenta con un patio exterior de 53m2 donde se encuentra la fuente de las abluciones. Esta fuente se utiliza para el ritual de lavado antes de la oración, para entrar purificado al templo sagrado. 

Justo enfrente, podrás admirar una curiosa torre con un reloj regalado a Muhammad-Ali por el rey Luis Felipe I de Francia en 1845, en agradecimiento por la donación de Muhammad-Ali al reino francés de uno de los dos obeliscos que presidía la entrada al templo de Luxor.

En su esplendoroso interior, contrasta el color de las alfombras que recubren el suelo con la exuberante decoración de grabados en sus cúpulas y paredes de mármol y estuco. En el centro, una impresionante lámpara, como si de un rey se tratara, rodeada por un ejército de cientos de lámparas de aceite que, junto con la luz coloreada procedente de sus más de 100 vidrieras, crean un ambiente místico único y especial para meditar, orar, o simplemente disfrutar de la paz que embriaga este lugar.

La Ciudadela de Saladino

La Mezquita de Alabastro se encuentra en lo alto de la Ciudadela de Saladino, visible desde cualquier parte de la ciudad vieja de El Cairo, ofreciendo unas increíbles vistas sobre la ciudad. Pero no es la única obra de arte arquitectónico que encontrarás aquí.

La Ciudadela de Saladino fue construida en el s.XII con la intención de funcionar como fortaleza real y alberga un pasado dedicado a la defensa de la ciudad contra las cruzadas cristianas. En ella residieron, durante 700 años, los altos cargos que dirigían Egipto.

Hoy en día es uno de los principales puntos de interés de la capital egipcia y donde se encuentran los templos religiosos y museos más importantes de El Cairo.

Es toda una experiencia pasear sus calles y callejuelas de la mano de un guía para adentrarte en el pasado de la ciudadela más grande del mundo islámico y vivir su historia.